Tras de la teoría de la relatividad y de la Ley de la Gravedad, descifrar la temperatura ideal para una nevera o un congelador se ha convertido en uno de los grandes retos para el ser humano.
¿Qué hacemos al respecto?
¿Cambiamos en verano y en invierno? ¿Siempre igual? ¿Qué es lo mejor?
La temperatura de la nevera y del congelador NO ES NINGUNA TONTERÍA.
Encontrar la temperatura ideal para el congelador y la nevera es clave para conservar tus alimentos frescos por más tiempo, garantizar su seguridad y, al mismo tiempo, contribuir al ahorro energético en tu casa.
Exacto, como lo oyes (o más bien, como lo lees): también puedes ahorrar bastante pasta si aplicas bien una serie de factores. Money, money money!
¿No nos crees? Pues sigue leyendo, ya verás como terminamos convenciéndote.
De momento, te vamos a ir adelantando 2 datos: entre 3º y 6º centígrados para la nevera y en torno a los -18º para el congelador.
El resto, te lo contamos todo ahora, ¿estamos ready?
Entendiendo la temperatura del congelador
Es posible que te hayamos pillado un poco en frío, pero no te preocupes que ya entramos de lleno en la materia.
Vamos a ir directamente al grano: la temperatura del congelador de casa tiene que estar entre los -15º y los -22º centígrados, estableciendo el -18º como temperatura ideal.
A esta temperatura, los alimentos se congelan de forma rápida, segura y eficiente, evitando que se generen bacterias en nuestros alimentos.
Entonces, ahora que sabemos a qué temperatura tiene que estar el ordenador… ¿Es fácil ajustar y regular la temperatura?
Lo es, sí. Claro que lo es.
Ajuste y regulación de la temperatura
Tenemos dos formas de ajustar y regular la temperatura de un congelador doméstico, y esto va a depender del modelo del electrodoméstico.
Hoy en día, casi todos los congeladores tienen un termostato digital, aunque todavía los hay manuales. Evidentemente, los congeladores más antiguos tienen el termostato manual.
Pero, tranquilo, que sigue siendo igual de fácil:
- Termostato digital: si el termostato es digital, presiona los botones hasta marcar la temperatura deseada (recuerda, -18º).
- Termostato analógico: si el termostato es analógico y se regula con una ruedecita, gírala hasta que la flecha señale la temperatura ideal.
“¡Ufff! ¡Eso ha sido complicado!”
Algunos modelos, tanto digitales como analógicos, en lugar de marcar la temperatura, marcan en escalas que pueden ir del 1 al 6, del 1 al 8, del 1 al 10…
Para saber a qué temperatura corresponde cada número debemos consultar el manual de instrucciones… ¡o meter un termómetro dentro del congelador!
Cómo afectan las estaciones al ajuste de temperatura
“Oye, pero me da la sensación de que en verano las cosas de la nevera no están tan frías…”.
No es que te de la sensación, es que es así.
De hecho, es muy importante ajustar la temperatura de la nevera en verano y en invierno, no sólo por la temperatura de lo que metemos dentro de ella, sino también por una cuestión de consumo.
Para esto hay que aclarar que, cada vez que abrimos la nevera, entra temperatura ambiente dentro de ella, por lo que el interior de la nevera se calienta un poco.
¿Qué ocurre entonces? Que la nevera tiene que hacer un ‘esfuerzo’ por volver a su temperatura ideal, consumiendo energía y, además, los productos dentro de la nevera pierden un poco de ese frío que ya tenían.
¿Por qué hay diferencias entre el verano y el invierno?
Pues porque en verano la temperatura ambiente es mayor,por lo tanto a la nevera le cuesta más trabajo mantener la temperatura deseada.
“Entonces, ¿cuál es la solución?”
Pues la verdad es que es bien fácil… En verano podemos bajar la temperatura a los 3º-4º y en invierno subirla a 5º o 6º, dependiendo del calor que haga afuera
El congelador, sin embargo, no se ve afectado por estos cambios, así que no hace falta cambiar la temperatura.
Consejos para un uso eficiente de nevera y congelador
Hace unas semanas os hablamos sobre cuánto consume una nevera y un congelador, pero aún así vamos a compartir algunos consejillos que te pueden servir para aprender a usar tu nevera y congelador de forma eficiente, manteniendo una temperatura ideal en todo momento:
- Mantén la temperatura ideal del congelador y la nevera: ajusta la temperatura de tu nevera y congelador según la estación del año y asegúrate de que se mantenga constante.
- Distribuye los alimentos de manera uniforme en el interior del refrigerador para que el aire frío circule correctamente.
- No abras las puertas innecesariamente: cada vez que abres la puerta del refrigerador, entra aire caliente que puede elevar la temperatura interior.
- Evita sobrellenar el refrigerador: un refrigerador demasiado lleno impedirá la correcta circulación del aire frío.
- Ubica el refrigerador en un lugar adecuado, lejos de fuentes de calor como hornos o estufas.
- Asegúrate de que la puerta selle bien para evitar la pérdida de frío.
- Descongela de forma regular para evitar la acumulación de hielo y mejorar la eficiencia.
- No metas alimentos calientes: espera a que hayan enfriado o, por lo menos, templado.
- Mantenimiento: limpia los filtros y el ventilador y reemplaza o repara los sellos dañados para un funcionamiento más eficiente.
Impacto de la temperatura en el ahorro energético
Y ahora vamos con el tema del dinero, que a todos nos encanta (sobre todo, nos encanta gastar menos).
Seguramente ya te hayas dado cuenta de que un consumo inteligente y eficiente te puede hacer ahorrar unos cuantos euros todos los meses.
Y si no te has dado cuenta, te lo vamos a contar nosotros.
Todos los consejos que mencionamos en el anterior apartado están enfocados a una cosa: que la temperatura de la nevera sea estable y sin variaciones.
Bien, ¿qué significa tener una nevera con una temperatura ideal estable?
Pues (aunque seguro que ya lo has deducido tú mismo), significa que nuestra nevera tendrá que trabajar menos, por lo tanto consumirá menos energía.
Traducción:
Menos energía = menos gasto en la factura = más dinero en tu bolsillo
No nos digas que no te lo ponemos fácil…
¿Cómo funciona una celda fotovoltaica?
Para terminar con esta estupenda historia vamos a responder a una pregunta que nos han hecho alguna vez: ¿puedo instalar placas solares para dar energía a mi nevera, congelador y electrodomésticos básicos?
La respuesta es: POR SUPUESTO QUE SÍ.
De hecho, no sólo puedes, sino que es una idea excelente.
Para ello, tienes dos opciones:
- Instalar placas solares con una batería de almacenamiento para nutrirte exclusivamente de la energía que produzcas.
- Instalar placas solares sin almacenamiento, conectadas a la red tradicional, que podrás complementar y aprovecharte de un ‘cobro’ por los excedentes.
En los dos casos, podrás alimentar a tu nevera y a tu congelador de una forma más sostenible.
Ahora sí, cerramos.
Esperamos que hayas aprendido mucho sobre la temperatura de tu nevera.
A partir de ahora, recuerda los consejos que te hemos dado y aprovecha esos euros que te vas a ahorrar para emplearlos en algo de lo que vayas a disfrutar.
¿Listo para la acción?