La primavera avanza, se va acercando el verano y eso significa que toca empezar a utilizar el aire acondicionado.
“Jolin, con lo que gasta…”.
El consumo del aire acondicionado puede hacer que nuestra factura de la luz suba estrepitosamente, y eso es algo que no le gusta a nadie, ¿o a ti sí?
Por eso es importante saber calcular el consumo de un aire acondicionado, cómo podemos pagar un poco menos por mantener la casa fresquita y así evitar los sofocos provocados por el calor y por la factura de la luz.
Así que, vamos al grano: ¿cuánto consume el aire acondicionado?
Para responder a esta pregunta primero debemos entender cómo se mide el consumo de estos aparatos y la diferencia entre dos conceptos importantes: potencia eléctrica de entrada y potencia térmica.
- Potencia eléctrica de entrada es la cantidad de energía eléctrica que el aire acondicionado necesita para funcionar. Se mide en vatios (W) o kilovatios (kW). Cuanto mayor sea la potencia eléctrica, más energía consumirá el aparato.
- Potencia térmica: es la capacidad del aire acondicionado para enfriar una habitación. Se mide en frigorías (fg). Cuanto mayor sea la potencia térmica, más grande será la habitación que el aparato puede enfriar.
Sabiendo esto, ¿cómo calculamos el consumo?
Lo primero que debemos hacer es conocer la potencia eléctrica de entrada del aparato. Podrás encontrar esta información en la etiqueta energética del mismo.
Por ejemplo, un aire acondicionado con una potencia eléctrica de entrada de 1 kW (1000 W) y una potencia térmica de 3500 fg, consumirá 1 kW de energía por cada hora de uso.
Eso se traduce (calculando un promedio de 8 horas de uso diario) en 240kW al mes, que tendríamos que multiplicarlo por el precio del kilovatio y tendríamos el resultado.
Factores que afectan el consumo de tu aire acondicionado
“Oye, pero mi cuñado tiene el mismo aparato de aire acondicionado que yo y el mío gasta mucho más…”
Ya, bueno, pero eso no es culpa ni del aparato ni de tu cuñado.
La realidad es que el consumo de energía de tu aparato de aire acondicionado va a depender de muchos factores externos, más allá de las cualidades del propio aparato.
Vamos a dar un poco de aire fresco a todo esto:
- ¿Vives en un clima cálido, intermedio, fresco…? En función de la ubicación de tu vivienda, el aparato tendrá que trabajar más o menos.
Pero no sólo se trata de la ubicación, sino también de la orientación de la vivienda: si está orientada al sur, recibirá más horas de sol y, por lo tanto, será más calurosa (y por lo tanto, el consumo será mayor).
- Un buen aislamiento térmico en paredes, techos y ventanas ayuda a mantener la temperatura interior estable, lo que reduce considerablemente el consumo del aire acondicionado.
- Cuanto mayor sea la diferencia entre la temperatura exterior e interior deseada, mayor será el consumo del aire acondicionado. Se recomienda ajustar la temperatura interior a un nivel confortable, entre 24 y 26 °C.
- Invertir en aparatos de aire acondicionado de bajo consumo es una inversión muy rentable a medio plazo. Pagarás un poco más de inicio, pero pagarás mucho menos en tus facturas de luz. El consumo de los aire acondicionado inverter es un gran ejemplo de ésto.
- También existen otros factores como el tamaño y potencia del aparato en relación con el tamaño de la vivienda, el número de personas que viven en la vivienda (las personas generan calor humano) y el número de electrodomésticos (generan calor).
Potencia y eficiencia energética
Si hablamos de potencia y eficiencia energética, tenemos que hablar de la tecnología inverter. Y eso, amigos, suena a algo complicado…
¡Pero no lo es!
Como ya hemos dicho, la potencia de un aire acondicionado se refiere a la capacidad que tiene para enfriar una habitación.
La eficiencia energética indica la cantidad de energía que consume el aparato para realizar un trabajo, y se clasifica en una escala de letras, desde la A (más eficiente) hasta la G (menos eficiente).
Pero vamos con lo prometido: la tecnología inverter permite ajustar la velocidad del compresor del aire acondicionado para que funcione solo a la potencia necesaria. Sin llegar a apagarse, reduce la velocidad según sea necesario para mantener la temperatura estable en todo momento.
Esto reduce el consumo energético y las emisiones de CO2.
En resumidas cuentas, que el consumo kWh de un aire acondicionado inverter es mucho más eficiente y que merece la pena la inversión (de verdad, lo prometemos).
Cómo reducir el consumo del aire acondicionado
Ya, lo sabemos, vives en una zona de muuuucho calor y es imposible estar en casa sin el aire acondicionado puesto a todo meter…
Eso lo comprendemos, pero haznos caso si te decimos que puedes ahorrar dinero sin renunciar a la comodidad de una casa fresca.
Aquí tienes algunos consejitos que te damos totalmente gratis y que tu bolsillo agradecerá:
- Ventilación natural (si es factible) durante las horas más frescas.
- Las cortinas, mejor cerradas.
- Complementa tu aire acondicionado con ventiladores de techo: son más económicos y distribuyen el aire uniformemente.
- Ajusta el termostato adecuadamente para reducir el consumo.
- Mantenimiento regular, por favor: limpiar los filtros mejora la eficiencia del aire acondicionado.
- Aislamiento térmico: de nada sirve gastar en aire acondicionado si el frío se escapa por todas partes. Un buen aislamiento de la casa es una gran inversión que te permitirá ahorrar mucho dinero.
- Invierte en un aire acondicionado de bajo consumo con certificación energética alta y, si puede ser, con tecnología inverter.
- Evita temperaturas excesivamente bajas, en este artículo podrás ver detalladamente cuáles son las temperaturas ideales del interior de un hogar.
- Programa el aire acondicionado para que se apague cuando no estés en casa.
Con estos consejos podrás seguir viviendo fresco y cómodo, y con un poco más de dinero en el bolsillo para refrescarte de otras formas en verano.
Beneficios de los aires acondicionados de bajo consumo
Lo sabemos, estamos hablando mucho de los aires acondicionados de bajo consumo, pero es que, de verdad, creemos que merecen la pena.
Podríamos hacer una lista de ‘pros’ y ‘contras’, pero la única contra que podemos dar es que son más caros.
Pero ese extra que vas a pagar, se va a subsanar de diferentes maneras:
- Ahorro energético significativo: están diseñados para reducir el uso de energía, lo que se traduce en facturas de electricidad más bajas para ti. ¿Alguien en contra de esto?
- Estos equipos utilizan menos recursos y emiten menos CO2, siendo más sostenibles con el medio ambiente.
- Mejor eficiencia: que consuman menos no significa que funcionen peor. Su rendimiento es el mismo, o incluso mejor.
- Subvenciones y beneficios fiscales: en algunos lugares, existen incentivos para la instalación de dispositivos eficientes, ¡más pasta que te ahorras!
- Al operar más eficientemente y con menos estrés en el sistema, estos aires acondicionados suelen tener una vida útil más larga.
Subvenciones y ayudas para la eficiencia energética
Vamos terminando ya, prometido.
Sólo queremos recordarte que, además de todos los beneficios que ya te hemos mencionado, existen subvenciones y ayudas destinadas a mejorar la eficiencia energética, y que tanto tú como tu aire acondicionado podéis veros beneficiados de ellas.
De hecho, podemos encontrar que tanto el programa de ayuda a las actuaciones de mejora de la eficiencia energética en viviendas como el Plan de Rehabilitación Energética de Edificios (PREE) ofrecen subvenciones para la mejora de la eficiencia energética en edificios así como para la instalación de equipos de aire acondicionado (y otros electrodomésticos) de alta eficiencia energética.
A nivel autonómico, también podemos encontrar algunas ayudas y subvenciones, e incluso entidades como algunas empresas eléctricas ofrecen descuentos o ayudas para la compra e instalación de equipos eficientes.
Conclusión
¿Ya sabes cuánto consume un aire acondicionado?
Eso, ¡y mucho más!
El consumo de aire acondicionado es un factor importante a considerar al elegir un aparato.
Conocer todos los factores que entran en juego harán que puedas tomar decisiones inteligentes, ahorrar dinero y consumir energía de forma más responsable.
Todo esto… ¡sin pasar calor en verano!
