¿Por qué el precio de la luz depende del gas?
En los últimos meses, hemos visto un importante aumento del importe de las facturas energéticas, ya que la electricidad ha incrementado su coste visiblemente. Hoy queremos contarte por qué el precio de la luz depende del gas, y cómo este recurso tiene un impacto directo cada vez que le das al interruptor.
Aunque hay diferentes factores que pueden afectar a la factura de la electricidad, el precio del gas es uno de los que más influye. El coste de las emisiones de dióxido de carbono, la fuerza de las energías renovables o el aumento de la demanda también forman parte de este proceso, pero vamos a fijarnos especialmente en el gas.
Cómo funciona el mercado eléctrico
Antes de meternos de lleno en responder a la pregunta de por qué el precio de la luz depende del gas, vamos a ver por qué sube la luz y cómo se regula este precio dentro del mercado. Teniendo en cuenta los factores antes mencionados (y alguno más), el precio de la electricidad sale a subasta cada día, fijando así el precio para cada una de las siguientes 24 horas.
A través de este sistema, las compañías van pujando con sus ofertas para conectar con la demanda que requieren los consumidores y comercializadoras, en un proceso que se conoce como ‘casación’.
Estas ofertas se van ordenando desde las más baratas hasta las más caras, y es la última de ellas la que se adjudica con lo que llamamos ‘precio marginal’. Este es el precio que pagarán todos los compradores que reciban electricidad a esa hora, y el precio al que la vendan todas las generadoras, sin importar su oferta inicial.
Lo que debemos tener en cuenta aquí es que las ofertas más baratas suelen llegar de las distribuidoras que utilizan energías renovables o nuclear, mientras que las más caras provienen de aquellas que trabajan con gas o carbón. De ahí que el precio del gas natural sea un factor tan importante para el coste eléctrico.
El precio del gas natural, un factor clave para la factura de la luz
Ya hemos visto, ligeramente, por qué el precio de la luz depende del gas natural. Y es que este combustible fósil sigue siendo utilizado a día de hoy para generar energía. Y, aunque no sea de forma mayoritaria (en Francia, por ejemplo, el 70% de su producción energética llega a través de las centrales nucleares), ya hemos visto que el funcionamiento del mercado fijará siempre el precio más caro.
De momento, Europa necesita comprar gas para satisfacer la demanda de sus habitantes, y el precio de este recurso se ha encarecido en los mercados internacionales hasta puntos de máximos históricos. La reciente pandemia, el conflicto entre Rusia y Ucrania, la especulación financiera y el cierre de uno de los gasoductos provenientes de Argelia son elementos que marcan por qué sube el precio del gas.
Al establecer una oferta única para todas las centrales generadoras en cada franja horaria del día, queda claro por qué el precio de la electricidad depende del gas. De esta forma, es más difícil (tanto para consumidores como para inversores) ver el beneficio que se consigue al hacer uso de energías renovables, ya que los costes en el mercado eléctricos están alterados por el precio del gas.
¿Quién se ve afectado por la subida del precio del gas?
Obviamente, todos los eslabones de la cadena ven cómo los precios cambian según el importe del gas natural en el mercado internacional. Los consumidores son quienes más lo notan en su bolsillo, incluso a veces hace falta pararse a estudiar cómo entender la factura de la luz. Por eso, es importante saber si tu contrato de la luz está dentro del mercado libre o del mercado regulado.
Los clientes del mercado regulado son los más perjudicados por estos movimientos, ya que el importe de su factura depende de cuándo baja el precio del gas o cuando sube. Son aquellos contratos que se fijan a través del PVPC (Precio Voluntario al Pequeño Consumidor), regulado por el Gobierno pero expuesto a estos cambios macroeconómicos.
Por otro lado, los clientes del mercado libre pueden tener diferentes tipos de tarifa, por lo que a unos les afectará más que a otros. Con una tarifa fija no habrá cambios en tu factura, más allá de la actualización de precios que haga tu compañía. Pero si tienes una tarifa con precio de coste (o indexado) o con discriminación horaria, sí que habrás visto un incremento mayor en los últimos meses.
Esperamos que te haya quedado un poco más claro por qué el precio de la luz depende del gas, además de muchos otros factores, y tiene un impacto claro en tu factura. Como siempre, te invitamos a tomar diferentes medidas que te ayuden a reducir tu consumo anual, no solo como forma de ahorrar un poco todos los meses, sino también para tener un menor impacto en el medio ambiente.