Cocinas de gas o inducción: Ventajas e inconvenientes

Ya sea por el placer de cocinar o por el mero hecho de alimentarnos con cierta frecuencia, no podemos evitar preparar diferentes platos a lo largo de los días. Pero lo que sí podemos hacer es elegir entre cocinas de gas o inducción, y todo dependerá de nuestras preferencias o la configuración de nuestra vivienda.

Hoy vamos a plantearte las dos opciones para que puedas elegir la que mejor funcione para ti, especialmente si tienes que hacer reformas en casa. Ya sabes, tienes la opción de dejarte llevar por la tecnología y la innovación o mantener viva la llama… de la cocina.

¿Cómo funciona una cocina de gas?

Si queremos empezar por ver las diferencias entre las cocinas de gas o inducción, lo primero es saber cómo funcionan ambas. La primera de ellas dispone sobre su superficie uno o varios fogones, con inyectores por los que sale el gas utilizado. A través de una llama piloto o una chispa eléctrica (o cerillas, los modelos más antiguos), se crea una pequeña combustión que pone en funcionamiento la cocina.

Ventajas de la cocina de gas

• Ahorro eléctrico: si el precio del gas es mucho más bajo del coste de electricidad, la cocina a gas resulta ser más conveniente económicamente con respecto a las contrapartes vitrocerámica/inducción.

• Se reduce el calor residual que sí existe en las de vitrocerámicas.

• Materiales casi infinitos: En las cocinas de gas se puede utilizar casi cualquier cosa para cocinar, desde barro hasta acero inoxidable, por lo que no tendrás problemas en hacer ninguna receta.

Inconvenientes de la cocina de gas

• Mantenimiento y limpieza: Al tratarse de un sistema con cierto peligro, es importante realizar mantenimientos con cierta regularidad. También puede ser más complicado de limpiar, ya que las superficies no son lisas. Por último, debes tener en cuenta que, si no quieres quedarte con la cocción a medias, es recomendable guardar una bombona extra en casa.

• Ventilación y riesgos de fuga: Aunque los riesgos de fuga o explosiones son mínimos hoy en día (gracias a los nuevos sistemas de seguridad), son un factor a tener en cuenta. También debemos tener claro el espacio de nuestra cocina al elegir entre inducción o gas, ya que estas necesitan una mayor ventilación para evitar que el gas se acumule en la habitación.

• En la actualidad el precio de la luz depende del gas, pero en un futuro descarbonizado con una generación de electricidad encentradas en renovables, el coste de electricidad será desvinculado del coste del gas y ya no será conveniente una cocina a gas.

¿Cómo funciona una cocina de inducción?

La cocina de inducción funciona gracias a un electroimán que, al pasar de la corriente, genera un campo electromagnético en fuego. Este campo, en presencia de una sartén adecuada encima del fuego, por el efecto inducción genera una corriente eléctrica en la basa de la sartén. Esta corriente eléctrica disipa su energía en forma de calor, que calienta la base de la sartén y con eso cocinar los alimentos.

Ventajas de la cocina de inducción

• Menor contaminación: teniendo en cuenta el actual parque nacional de generación eléctrica español y su prevista evolución hacia siempre menos emisiones, las cocina a inducción y vitrocerámica irán bajando su huella de carbón. En particular la cocina a inducción ya emite menos de una cocina a gas para calentar el mismo producto, y son la opción preferida para un escenario de descarbonización y electrificación de los consumos siendo también más eficientes de las vitrocerámicas.

• Seguridad: Una de las grandes ventajas de la cocina de inducción es que, al mantenerse templado el cristal, habrá menos peligros de quemaduras. Esto es importante si hay niños en casa, pero también para evitar incendios que puedan producirse por restos de grasa o aceite.

• Velocidad: Las cocinas de inducción y los ingredientes que preparemos en ellas alcanzarán la temperatura elegida mucho más rápido. Se tarda aproximadamente la mitad de tiempo en cocinar los alimentos, y esto enlaza directamente con el siguiente punto.

• Eficiencia: Al tratarse de un sistema de cocinado más rápido, desciende el consumo energético utilizado para preparar cualquier comida. Además, al calentar los alimentos a través del campo electromagnético, no existen las mismas pérdidas de calor que puede haber en otros modelos.

• Limpieza y mantenimiento: Otra de las claves que debemos tener en cuenta al elegir entre cocinas de gas o inducción es la forma de limpiarlo. Estas últimas, al no estar muy calientes, todo lo que pueda derramarse sobre ellas no se quedarán pegadas y serán fáciles de limpiar. Además, existen muchas innovaciones que te ayudarán a su mantenimiento o a su integración en el resto de la cocina.

Inconvenientes de la cocina de inducción

• Precio y adaptación: En comparación con las cocinas de gas o las vitrocerámicas, este modelo es más costoso a la hora de instalarlo. También es posible que tengas que cambiar tus ollas, cacerolas y sartenes, ya que deben tener una superficie de material ferromagnético para funcionar correctamente.
• Cambio en el modo de cocinado: Cuando elegimos entre cocinas de gas o inducción también modificamos nuestra forma de cocinar. Como hemos mencionado antes, al tratarse de un sistema más rápido y con una forma de calentar diferente, tendremos que adaptarnos para que no se quemen los alimentos y consigamos los mismos resultados.